
Como seguramente sepas, con Kito tenemos un podcast cuya temática es el desarrollo personal. Dicho podcast se llama “The WanderCast” y tenemos la suerte de estar en una de las mejores plataformas de difusión de contenido: Spotify 😉 Una nueva sección que decidimos abrir consiste en hablar un poco de aquellos libros que marcaron un antes y un después no sólo en nuestra vida como emprendedores, sino también en nuestra vida personal.
En esta oportunidad voy a escribir acerca de un libro llamado “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, de Stephen R. Covey, a.k.a el “Sócrates americano”. Te recomiendo con todas mis fuerzas que lo leas. En lo personal, me hizo reflexionar mucho acerca de mi situación actual y fue una gran motivación para dar el salto de fe más importante de mi vida: renunciar a mi trabajo de oficina y salir en busca de mi sueño.
Primer hábito: Sea proactivo
Este hábito es uno de los que más me gustan, y eso que es solo el primero. Ser proactivo significa, básicamente, ser el programador de sus vidas. Ser el dueño de tu propio destino. Covey sostiene que uno llega al mundo con un guion ya escrito. Lo que Sergio Fernández, empresario español que fundó “Máster de emprendedores” y autor de libros como “Vivir sin jefe”, entre otros, denomina el pack completo. El pack completo no es más que la vida “tipo” que una persona tiene que llevar según las normas sociales. Es decir, ir al colegio, terminarlo, acudir a la universidad, graduarse y después conseguirse un trabajo “seguro y para toda la vida”. Hay autores un poco más agresivos que lo denominan the rat race (carrera de ratas).
El hábito de ser el programador de tu propia vida significa, primero, ser consciente de que vivimos en una sociedad con reglas impuestas que “debemos” seguir. Una vez que somos conscientes de que pensamos de la forma en que lo hacemos debido al paradigma bajo el cual estamos parados, podemos romperlo. Romper un paradigma significa, en pocas palabras, formatear la cabeza. Decir: “No quiero hacer lo que hacen todos. No quiero ser uno más del montón. Quiero cumplir mi sueño y vivir mi vida en mis propios términos.”
Segundo hábito: Empiece con un fin en mente
Este hábito explica que las cosas se crean dos veces. Primero en el plano ideal, imaginario, y luego en el plano físico. Antes de que Herny Ford haya inventado el auto, primero lo imaginó en su cabeza. Nadie sabe ni cuánto tiempo antes ni cómo se lo imaginó, pero ese invento revolucionario, claramente, no fue por casualidad.
Sé que parece absurdo esto que estoy escribiendo. Pero si entiendés el mensaje de fondo vas a ver que no. Este hábito te incentiva a que no hagas las cosas por el simple hecho de hacerlas, o porque alguien te diga que ése es tu trabajo. Visualizate. Hacé el esfuerzo de imaginarte cómo te gustaría estar en 5, 10, 20 años. Una vez que tengas ese horizonte definido, tratá de ser lo más ambicioso posible. Y no necesariamente en términos económicos. Hacé el esfuerzo de cómo te gustaría estar físicamente, espiritualmente, intelectualmente, financieramente. Cuando tengas esa visualización definida, hacé el recorrido de adelante hacia atrás. Trazá el camino que haya que seguir para lograr tus sueños. Que las cosas que hagan tengan un sentido. Y no hagas las cosas solamente porque alguien más diga que ése es tu trabajo. Voy a insistir con esto hasta el día que me muera.

Tercer hábito: Primero lo primero
Este es el último hábito que refiere a mejoras internas. Básicamente consiste en hacer primero lo primero. Uno no puede empezar a construir una pirámide sin tener terminada la base que la sostenga. Uno no puede renunciar y emprender sin primero instruirse acerca de qué significa armar una empresa. Uno no puede hacer un asado sin primero prender el fuego. Podría seguir poniendo miles de estos ejemplos, pero tampoco quiero aburrirte…
El hábito de hacer primero lo primero consiste en poner tu vida en orden. ¿Querés algo que nunca tuviste? Entonces deberías empezar por hacer cosas que nunca hiciste. ¿Querés que te reconozcan por haber aportado un inconmensurable valor al mundo? Primero estudiá y descubrí qué es eso para lo que sos el o la mejor. Parece algo bastante tonto. No es que esté subestimando tu inteligencia. ¡Todo lo contrario! Pero, aunque no me creas, hay mucha gente que no entiende que para cumplir objetivos hay que empezar por el principio. Imaginate ir al cine y que la película empiece por la mitad. Llegás y hay un conflicto sin entender siquiera quiénes son los protagonistas de la misma. Así no funcionan las cosas.
Cuarto hábito: Pensá en ganar/ganar
Este fue uno de los hábitos que, sin duda, más me gustó. Consiste en pensar en las relaciones de la vida en general como acuerdos en los cuales ambas partes se vean beneficiadas. Esto aplica para relaciones comerciales y personales. Por ejemplo: Si tu novio o novia propone un plan del cual no estás de acuerdo, sea porque no te gusta la idea o el lugar… ¿Qué harías? ¿Dirías que sí solamente para que tu pareja sea feliz?
Sin lugar a dudas, eso está bien. Pero está bien que así sea una vez…dos veces… no más. Es insostenible en el largo plazo. En las relaciones comerciales pasa lo mismo. Cuando recién empezamos con Kito a armar WanderAd, por el afán de conseguir los primeros clientes, cedíamos a todo. Esto lo hacíamos para dejar contenta a la otra parte. ¿Pero qué hay acerca de nosotros? Nuevamente, eso se puede hacer al principio, porque recién empezás… Pero es insostenible en el largo plazo.
Por el contrario, el cuarto hábito, “pensar en ganar/ganar”, habla de que antes de tomar una decisión, ambas partes estén comprometidas. Tu novia te invita al cine a ver una película romántica. ¿Te gusta el género? ¡Genial! ¿No te gusta? Y… Traten de encontrar algún género que los dos disfruten. Caso contrario, alguno de los dos va a estar queriendo que la película termine en lugar de estar disfrutándola. En los negocios pasa lo mismo. Si vos no estás contento con el arreglo que hiciste con tu cliente, vas a trabajar de mala gana y ningún buen resultado puede salir de eso. Intentá llegar a un acuerdo que beneficie a ambos. Así es como se construyen relaciones efectivas de largo plazo.
Quinto hábito: Primero comprendé y luego buscá ser comprendido
Este es otro de mis hábitos favoritos. Es esencial para construir relaciones interdependientes efectivas. La mayoría de nosotros creemos que nuestro punto de vista es el correcto, y cualquiera que no piense como nosotros está equivocado. Es un pensamiento recurrente que la mayoría tenemos y debemos erradicar.
Para lograr construir relaciones saludables y que te enriquezcan como persona, es indispensable entender que cada uno tiene un punto de vista formado en base a sus experiencias de vida y lo que le enseñaron. Eso se llama paradigma. La mayoría de los emprendedores no venimos de familias cuyos padres eran dueños de empresas. A la mayoría de nosotros también nos educaron con lo que denomino el pack completo. Esto es: lograr un título universitario y conseguir un puesto en una empresa importante en la cual escalar a medida que vayan pasando los años. Para poder decirle NO a ese estilo de vida, primero tuvimos que romper con el paradigma bajo el cual fuimos criados.
Dicho esto, debemos entender que no todos pueden romperlo tan fácilmente. O tal vez no quieran. Pero el hecho de que no piensen como vos no los hace estar equivocados. Cada uno construye su propia realidad. Para ellos, vos también estás equivocado. Y la razón por la cual siempre se generan discusiones es porque todos quieren intentar que el otro los comprenda sin antes comprenderlos ustedes a ellos.
Antes de buscar ser comprendidos, empiecen a comprender a los demás. No empiecen discusiones solamente para ganarlas. Escuchen más de lo que hablen. Respeten a todos, incluso a quienes no te respeten. Tratemos a las demás personas como nos gustarían que nos traten a nosotros.
«El mundo está lleno de buenas personas. Si no las encuentras, sé una de ellas.»
Sexto hábito: Buscá la sinergia
La sinergia no es más que el resultado de cultivar la habilidad y la actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El logro del trabajo en equipo y la innovación son el resultado de este hábito. Es entender que somos seres sociales y que funcionamos mejor en equipo. La sinergia no es simplemente respetar al otro por pensar distinto. Es entender su punto de vista, tratar de ponerse en sus zapatos. Es entrar en su lógica de razonamiento para poder comprenderlo. Y una vez logrado esto, nutrirte de su forma de pensar.
Ojalá alguna vez hayas tenido la suerte de recorrer algún otro continente. Conocés otras culturas, otras formas de vivir y de pensar. Y cuando volvés de un viaje… ¿No te sentís más culto? Eso mismo deberías pensar cuando hablás con alguien que vive bajo un paradigma distinto al tuyo. Este es el último hábito externo. Si podemos pensar en entablar relaciones en la que ambas partes se sientan beneficiados, si logramos comprender al otro antes de buscar que el otro nos comprenda, y si podemos nutrirnos mutuamente de las distintas formas de pensar, vamos a ser seres humanos excepcionales. Cada una de las relaciones que tengamos van a ser nutritivas.
Séptimo hábito: Afilá la sierra
Afilar la sierra es usar la capacidad que tenemos para renovarnos física, mental y espiritualmente. Es lo que nos permite establecer un equilibrio entre todas las dimesiones de nuestro ser, a fin de ser efectivos en los diferentes roles que desempeñamos en nuestras vidas. Es poner en práctica todo lo que este increíble libro nos enseñó. Es volvernos mejor persona y el responsable de nuestra vida.