3 porqués: todo es relativo

relativo

“3 porqués: todo es relativo” es el artículo introductor de una nueva sección que hoy estoy inaugurando. Podría decirse que entra en la categoría de “Reflexiones”. Siendo totalmente honesto: me lo puse a pensar mientras me miraba fijo en el espejo. Me cayó la ficha de que hoy se cumplen dos semanas desde que llegué a Barcelona. Y lo loco es que me parece que se pasó rapidísimo, pero, si pienso en todas las cosas que hice en estos 15 días, siento como que pasaron muchas cosas. Y por eso quiero describir 3 escenarios en los que la relatividad entra en juego.

1er porqué: lo relativo del ejercicio físico

Teniendo en cuenta que mi principal actividad –los que me siguen en Instagram lo sabrán– es caminar 5 horas diarias para recolectar información de contacto de potenciales clientes… 5 horas x 10 días (los fines de semana no los cuento) = 50 horas. Serían 100 horas mensuales (haciendo la proyección) de caminar recolectando información. Es una gran cantidad. Qué lástima que no lo medí en kilómetros…

Lo loco es que no me siento cansado. La primera semana lógicamente sí porque es de adaptación a una nueva actividad, pero mi cuerpo ya se adaptó perfectamente a este ritmo. Siento cómo los músculos, tendones y ligamentos de las piernas están trabajando y se fatigan, pero nada de otro mundo. A lo que quiero llegar es, no obstante, es que, si me hubieran dicho el día 1 que por mes iba a caminar 100 horas, me habría parecido mucho. Pero ahora que es una distribución perfectamente asequible como caminar 5 horas diarias de lunes a viernes, lo veo absolutamente viable. Todo es relativo depende cómo encares el razonamiento.

2do porqué: lo relativo de los recuerdos

Otra cosa que me parece muy peculiar es como la mente procesa todas las vivencias que viviste –valga la redundancia- a lo largo de un período de tiempo específico y almacena solo lo importante. Pero todo lo importante es como que lo tengo súper fresco. ¿Cómo puede ser que recuerde más la primera conversación que tuve en un local de Barcelona al nombre del restaurant que fuimos a comer anteayer, por ejemplo? Seguro estás pensando: ¿qué tiene que ver esto con lo relativo de los recuerdos?

Conozco muchas personas que dicen que tienen “mala memoria”. Y ahí entra lo relativo. Si bien es cierto que hay personas que tienen mayores facilidades para recordar que otras, en líneas generales todos tenemos la misma capacidad. Lo loco es que cada cerebro elige recordar eventos significativos para uno. Cuando iba a la facultad y tenía un examen, estudiaba 4 horas por la madrugada el día del examen (me levantaba a las 4 am), retenía la mayor cantidad de información posible y luego rendía los exámenes. Me gradué de una licenciatura en 4 años con esta técnica. Pero no lo hacía para cancherear, sino porque si estudiaba con más tiempo de antelación me olvidaba. Simplemente porque no me importaba. Si creés que tenés mala memoria, probablemente no estés vivenciando nada significativo en tu vida (o al menos eso que necesitás recordar no te significa nada).

“Después
de los grandes momentos quedan inolvidables recuerdos.”

3er porqué: lo relativo del estado de ánimo

Esta experiencia es un subibaja emocional. Debo admitir que el 80% del tiempo estoy con seguridad en lo que hago, pero lógicamente hay un 20% de dudas. Afortunadamente, la cantidad de tiempo que pasó en ese negativo estado anímicos es muy inferior a la que creí.  Todavía no llegué a la parte importante igualmente.

Lo relativo del estado de ánimo es que vos los podés controlar al 100% si dominás el arte de la inteligencia emocional. Básicamente, cuando estás mal es porque estás con pensamientos negativos en la cabeza. En mi caso, el principal es “esto que estoy haciendo para conseguir clientes no está dando resultados”, y comienza el estrés porque vine con el objetivo de volverme con 12 clientes (decididamente utópico). Pero al instante pienso que recién voy 2 semanas (de 3 meses) y estoy con algunas conversaciones interesantes, mucha gente contactada, mucha gente por contactar… Lleva tiempo, pero hay que tener paciencia y confiar en el proceso. Ni bien me digo eso a mi mismo, mi estado de ánimo cambia completamente. Y paso de la inseguridad a la confianza absoluta.

Artículo corto, puede ser. Pero es una reflexión. A diferencia de otros, este es un análisis que quise hacer público. Nada más, ni nada menos. Si quieren saber un poco acerca de nosotros, los invito a leer qué hacemos.

Saludos,

Lucas.