La zona de confort. Ese ruin lugar. Suave como una seda, pero traicionera como ella sola. Un amigo definió la zona de confort como “tu cama cuando es invierno, hace mucho frío y estás todo tapado, súper abrigado.” Déjenme decirles que tan errado no está. Pero la mejor comparación entre ese lugar y tu cama, es que de ninguno de los dos querés salir. Y así se te pasa la vida.
Todos tenemos sueños
Todos tenemos sueños. Es una realidad. La diferencia es que algunos son felices únicamente en ellos mientras que otros luchamos por volverlos realidad. Y esa es la cuestión. Y la zona de confort atenta contra los sueños que cada uno tenemos. Una persona muy sabia dijo una vez: “Dale a una persona sexo frecuente, buena comida y entretenimiento barato, y va a tirar toda su ambición a la basura.” Duro…pero cierto.
La ecuación es simple. Lograr los sueños requiere mucho esfuerzo. Mucha dedicación. Mucha disciplina. Resistir frustraciones, negativas, días en los que nada te sale. Tenés que volverte todos los días una mejor versión de vos mismo. Por contraparte, la zona de confort es aquel lugar en donde te sentís seguro, tranquilo. Aquel lugar donde toda tu vida estuviste y en el que tan cómodo estás. Lo que no te cuentan es que también genera mucha depresión. Mucha ansiedad. Es como un boulevard de sueños rotos.
«El barco está más seguro cuando está en el puerto. Pero no es para eso que se construyeron.» – Paulo Coelho
Y vos… ¿Por qué estás acá?
La cita que acaban de leer es una de las que más me gustan. Nosotros siempre vamos a estar más seguros en nuestra zona de confort; estando con las amistades de siempre, con el trabajo de siempre, con la carrera de siempre. Apenas nacés te venden el discurso de la seguridad. Ir a la universidad, recibirte y obtener un buen empleo. Pero yo les pregunto… ¿Para eso vinieron al mundo? ¿Para ser uno más en la estadística? No lo creo.
Vivimos en un mundo cambiante. Si en el siglo XIX los cambios demoraban 50 años en realmente notarse, en el siglo XXI no más de 10. Ya no existe el “empleo seguro y para toda la vida.” Si hoy no te capacitás y te esforzás para ser mejor que ayer, mañana vas a quedar obsoleto. Y eso es lo lindo de este siglo. Las oportunidades son iguales para todos. Estamos en la mejor época para volver nuestros sueños realidad. Salgan de la zona de confort. Anímense a ser rupturistas. Hagan cosas locas e impensadas. Y el mejor indicador para hacer esas cosas es escuchar la opinión de los demás. Mientras más loco o loca te digan que estés, mejor lo vas a estar haciendo.