Los 5 indicios de que tenés que emprender

Emprender se ha puesto de moda. Claramente y sin lugar a dudas. Esto tiene su lado bueno, y es que va a forzar a muchísima gente a volverse la versión de sí misma para poder superar sus propios límites y lograr su objetivo. Sin embargo, también va a derivar en muchísima frustración a razón de que 8 de cada 10 emprendimientos no superan los cuatro años de vida. La pregunta es… ¿Tenés que emprender? ¿El camino del emprendedurismo es realmente el indicado para vos? En este artículo vas a poder ver 5 indicios que pueden llegar a resolver esa incógnita.

Primer indicio: Te gusta romper las reglas.

Emprender es, mis queridos amigos, romper las reglas. Ahora que me conocen un poquito mejor saben lo mucho que me gusta citar a emprendedores exitosos para validar nuestras teorías. Aquellos que mejor conocían a Steve Jobs decían que él sostenía que “las reglas que estaban hechas para todos, para él no existían.” Tanto es así que todos sabían que Steve estaba en un lugar cuando venían un Mercedes estacionado en un espacio para discapacitados.

Medio en broma, medio en serio, emprender es cuestionar el status quo. El artículo anterior hablaba acerca de la importancia de cuestionar las cosas (ver:
https://www.wanderad.net/2019/05/09/el-arte-de-cuestionar-absolutamente-todo/ ), y éste no es un tema menor. Uno de los indicios que me hicieron dar cuenta que teníamos que emprender y fundar WanderAd fue el hecho de que no me cerraba la vida que supuestamente tenemos que vivir. El famoso “pack completo” que incluye escuela, universidad y trabajo seguro para toda la vida. Si creés que sos una persona con cierta tendencia a romper las reglas, a inclinarse por lo prohibido, emprender puede ser lo tuyo.

Segundo indicio: Odiás que te digan que hacer.

Infinidad de veces me han dicho que tengo poca paciencia, que cuando me dicen algo hago exactamente lo opuesto, entre otras cosas. Y lamentablemente (¿o afortunadamente?) esto es así. Ejemplos muy tontos como llegar de hacer ejercicio y que mi viejo me diga que me vaya a bañar. Si ya lo iba a hacer porque sé que es lo que tengo que hacer… ¿con qué necesidad me lo tenés que decir?

¿Saben a dónde voy con todo esto… No? Exacto. Emprender es ¡vivir sin jefe! Hay un español llamado Sergio Fernández que, entre otras cosas, escribió un libro titulado “Vivir sin jefe”. Se dedica a la formación de emprendedores, así que si alguien está interesado en conseguir mentores de calidad, le recomiendo fuertemente que lo busquen en YouTube. En fin, sin ánimos de irnos por las ramas: Otro indicio que me hizo reflexionar acerca de mi futuro profesional fue el hecho de que no me guste que me digan que hacer. Siempre me creí con la capacidad suficiente para tomar mis propias decisiones sin que ningún tercero tenga que decírmelo. Y creo que esto me da el pie para pasar al tercer indicio, que es…

Emprender es ser un(a) líder.

¿Nunca te pasó que en tu grupo de amigos o amigas alguien siempre lideraba la manada? Bueno, eso es algo a tener en cuenta. Un(a) líder es visto como la persona capaz de incentivar, motivar y ejercer influencia en el comportamiento o modo de pensar de su personal de equipo con el propósito de trabajar por un bien común. El capitán de un equipo de fútbol, el Project Manager en un equipo de trabajo, o hasta el o la que se pone la 10 y organiza la previa el sábado.

“Los líderes destacados hacen hasta lo imposible por elevar la autoestima de su personal. Si la gente cree en sí misma, es increíble lo que pueden lograr.

 

Para poder emprender necesitás llevar el liderazgo en la sangre. O asociarte con alguien cuya personalidad así sea. Las cualidades que todo líder tiene son: proactividad, disciplina y actitud positiva. Proactividad en no esperar a que las cosas sucedan, sino hacer que así sea. Disciplina para hacer lo que haga falta sin importar el esfuerzo que esto implique. Y actitud positiva para confiar en el proceso a pesar de los obstáculos que pueda haber en el camino. Ser un líder es todo eso. Y para emprender, tenés que serlo.

Cuarto indicio: Sos impulsivo(a).

¿A cuántos de nosotros se nos han ocurrido cosas brillantes pero que nunca llegaron a nada? A la gran mayoría, seguro. Y la razón es porque del dicho al hecho hay un largo trecho. La diferencia entre un “Entrepreneur” y un “Wantrepreneur” es, sencillamente, pasar a la acción. Tomar acción masiva. Y ser una persona impulsiva es súper necesario en esto.  El mundo está lleno de pensadores. Falta gente que pase a la acción. Y tampoco es necesario tener una idea revolucionaria que cambie el mundo. Muchas veces los emprendimientos se forman con una idea parcial y la misma retroalimentación del mercado te ayuda a armarla.

Quinto y último indicio: La gente te dice que estás loco(a).

Linda Rottenberg, la directora y fundadora de Endeavor, una empresa que se dedica a fomentar el desarrollo de emprendedores, dijo en su libro: “Si no te dicen que estás loco, no estás pensando lo suficientemente en grande.” El libro se llama “Loco por emprender” y fue un regalo que me hizo mi mamá cuando se dio cuenta que mi destino giraba en torno al emprendedurismo.

En el momento exacto en que leí esa frase, me puse a pensar en toda la gente a la que le conté mi idea de emprender, cuando todavía estaba en la facultad y trabajando en relación de dependencia. “Estás loco.” “La mayoría fracasa.” “Nunca lo vas a lograr.” Cuando me decían eso, WanderAd no tenía ni siquiera nombre. Formaba parte de mi imaginación. No existía. Fue algo así como cuando dos personas deciden ir en busca de un hijo. Saben cómo hacerlo (que sabia es la naturaleza para algunas cosas), pero ni se imaginan que es ser padres. Emprender es igual. Un día te levantás y te convencés de que lo vas a hacer. No sabes cómo, con quién. Todos te van a desalentar. Pero vos tenés que seguir. Todo, absolutamente TODO se consigue. Solamente requiere esfuerzo, autodisciplina y dedicación.