Si te pregunto hoy mismo cuántas cosas querrías realmente hacer pero no lo hacés por miedo … ¿Cuál sería tu respuesta? Miles. Dejame decirte que es normal. Eso que te pasa a vos le pasa al 93% de las personas que forman parte del hermoso mundo en el que vivimos. Si, el 93%. Eso quiere decir que de cada 10 personas, solamente 0,7 vuelven sus sueños realidad. ¿Entienden a dónde quiero llegar? Se necesitan más de 11 personas para que recién una sola pueda vivir una vida plena y, cuando tenga 60 años y haga una mirada retrospectiva, le cuente a sus nietos que cumplió con todos los objetivos que se propuso.
¿Y cuál es el secreto para volver los sueños realidad?
Hay un libro titulado “Los 7 hábitos de la gente altamente efectivas”, escrito por Stephen Covey que habla acerca de hábitos internos y externos. Éstos buscan convertirte en el mejor CEO posible. Pero no necesariamente de una empresa. Este libro buscarte convertirte en el CEO de tu propia vida. Uno de los hábitos internos es la proactividad. Pero no en el sentido de tener iniciativa en ciertos planes o aspectos específicos. La gente exitosa es 100% responsable de las circunstancias que lo rodean. Si apesta, la cambian.
Esto puede analizarse en varios aspectos diferentes de la vida cotidiana. Éstos pueden ser:
- El miedo a dejar un trabajo
- A dejar una relación tóxica
- El miedo a mudarte a otra parte del mundo
- A dejar una carrera universitaria
- El miedo a alejarte de personas con quien solías tener buena relación y ahora ya no
Hay algo que tienen que entender: cambiar todo eso no depende de nadie más que de uno. ¿Acaso Messi no sintió miedo cuando a los 13 años tuvo que irse a vivir a otro país, completamente solo? Obvio que sí.
«El 90% del éxito se basa simplemente en insistir.» – Woody Allen
Con mi socio también tuvimos mucho miedo cuando empezó a picarnos el bichito del emprendedurismo. Los dos teníamos buenos trabajos, éramos dos licenciados recién recibidos y con posibilidad de entrar a cualquier empresa exitosa. Pero decidimos salir de nuestra zona de confort, que dicho sea de paso, es el peor lugar para estar.
Renunciamos a nuestros trabajos, y perdimos esa “seguridad”, esa “estabilidad” que te da tener un ingreso fijo todos los primeros de cada mes. ¿Y saben qué? Fue la mejor decisión que tomamos. Hoy vivimos una vida plena, haciendo lo que nos gusta, con muchísima más disciplina que antes. Somos más responsables, tenemos un sentido de compromiso mucho más formado. En pocas palabras, somos mejores en lo profesional y en lo personal.
El propósito de este artículo no es sacar chapa de nuestra posición. Todo lo contrario. Queremos motivarlos, empujarlos, incentivarlos a que se animen a salir de su zona de confort. Si querés hacer algo, hacelo. Y si te da miedo, hacelo con miedo. Recordá esto siempre: la vida es lo que está después del miedo.