Entrenar: La terapia más infravalorada

entrenar

Siempre hablamos de cómo están cambiando los tiempos… Con la revolución tecnológica podemos conectarnos con gente del otro lado del mundo en una cuestión de segundos. Pero esta inmediatez, a su vez, forma parte de una generación que “quiere todo ya.” Resultados inmediatos en emprendimientos, que te contesten un mensaje a los pocos segundos de haberlo mandado… Y como esto muchas veces no sucede, hay mucha propensión al estrés, a sufrir de ansiedad, y demás. Hoy te quiero hablar de entrenar, la forma de terapia más infravalorada y, también, una de las más efectivas.

Entrenar genera sensación de bienestar

 Hay estudios que vinculan al entrenamiento con la liberación de dopaminas y endorfinas, que son las hormonas encargadas de producirnos felicidad. Mientras más intenso sea el entrenamiento, mayor sensación de bienestar vas a sentir cuando hayas terminado. Esto ya te lo he mencionado anteriormente: entrenar, comerte una barra de chocolate o enamorarte es lo mismo. No es que quiera hacer publicidad a Paso de los Toros y quiera cortar con tanta dulzura, pero los sentimientos no los produce el corazón. El “amor” no es más que una reacción química producida por el cerebro. Y que produce satisfacción. Como el chocolate. Y como entrenar.

Entrenar te ayuda a despejar la cabeza

La gran mayoría de las veces el estrés o la ansiedad es producida porque en tu cabeza estás maquinando sobre algo que tenés que hacer y no estás haciendo. Por ejemplo: Tenés una entrega para mañana de la facultad y todavía no empezaste a hacerlo. (A cuántos nos habrá pasado…) El hecho de no haber empezado todavía hace que te sientas irresponsable, o te hace pensar que no vas a llegar. Eso, a su vez, te preocupa y el cerebro reacciona ante eso que te pasa en el cuerpo. De ahí el estrés o la ansiedad.

Cuando mis excompañeras (a quiénes les mando un gran saludo) de facultad se estresaban por algún final, yo les decía que no se preocupen: que se OCUPEN en el momento dado. Bueno, para quienes no tienen esa capacidad de desestresarse, entrenar cumple un rol vital. No solo te produce sensación de bienestar, sino también te ayuda a despejar la mente y a expulsar esos malos pensamientos.

Podés contarle tus problemas a otras personas

Si bien tengo que admitir que no soy promotor de entrenar en grupos, hay mucha gente que tiene otros objetivos en relación al entrenamiento y que esto les sienta muy bien. Los amigos son un apoyo no sólo para motivarte a cumplir con la rutina, sino también para hablar cuando tenés problemas personales. Y eso es una verdad. Y seguramente te pase que tenés el día cargado de responsabilidades y no tengas mucho tiempo para ir a tomarte una birra. Al entrenar en grupo matás dos pájaros de un solo tiro.