Cumplir metas: El paso a paso infalible

Pocas cosas son tan lindas en la vida como el poder cumplir metas. Si te lo ponés a pensar, la sensación de satisfacción al hacerlo es increíble. Como comerte la barra de chocolate más rica del mundo. ¡O tomarte la cerveza más helada! Tampoco vamos a hacernos los saludables… Uno tiende a pensar que con “cumplir metas” hablamos de cosas estrictamente profesionales, pero no es así. Un objetivo puede ser aprender a tocar esa canción que tanto te gusta, o que la persona que hace tanto tiempo querés invitar a salir por fin te diga que si… El punto es que es cumplirlos es la mejor sensación de satisfacción que podemos regalarle al cerebro. Y si el cerebro recibe ese regalo de parte nuestra, nos va a devolver el favor. Así funcionamos. Y cumplir metas es mucho más fácil de lo que pensás. Solamente hay que seguir los lineamientos que las personas altamente efectivas siguen.

Primer paso: Visualizate en el momento de cumplirlo

El principal problema de la mayoría de las personas es que son muy vagos a la hora de visualizar un objetivo. Simplemente lo dicen. Eso, a mi entender, es más bien un deseo. “Mi objetivo es ser millonario.” O “Mi objetivo es ser famosa.” Me parece excelente. Pero siempre me pregunto cuando escucho ese tipo de cosas si realmente se están visualizando en el momento de cumplir metas. Para ser millonario, tenés que imaginarte en un yate en el medio del caribe tomando el champagne más caro. A eso me refiero. Absolutamente todo en esta vida fue construido por duplicado. Primero en el plano ideal, y luego en el plano material. Una casa primero es visualizada en su totalidad, con la familia dentro, y luego es construida. Si no tenés súper en claro como querés estar, difícilmente puedas lograrlo. Es casi que el paso más importante.

Segundo paso: Ponele fecha de vencimiento

El segundo gran problema a la hora de cumplir metas es que no nos ponemos deadlines. Una “línea de muerte” que nos indique que, si algo no se hace antes de esa fecha, algo negativo va a suceder en nuestras vidas. Por ejemplo: Quiero recibirme de Abogado en diciembre de 2019. Con esa fecha en mente y con 10 exámenes por delante, sé que en las dos instancias de finales tengo que meter 5 en cada una para lograrlo. Y que si en la primera no me va como esperaba, tengo que ajustar ciertas variables para en la segunda poder superar las expectativas. El poner una fecha límite nos da una sensación de compromiso. Y eso es crucial a la hora de cumplir metas en todos los aspectos de la vida. “Quiero tener limpia la casa antes del domingo.” O “Quiero bajar 5 kg antes del 15 de Febrero.”

«Una meta es un faro. Quien tenga una meta clara jamás será alcanzado por la noche de la indecisión.» – Andrew Corentt

Tercer paso: Primero lo primero

Otro de los grandes errores que solemos cometer –y me incluyo- es que no respetamos el orden de las cosas. Voy a ser un poco autorreferencial para tratar de ser lo más gráfico posible. Una de mis pasiones es el gimnasio. Entreno 6 veces por semana, no solo por mis metas en términos de salud, sino también para aliviar estrés y darle un respiro a la cabeza. La clave para ganar masa muscular –que es mi meta- es ir aumentando progresivamente el peso que levantamos para constantemente ir aumentando la exigencia en el músculo. Actualmente tiro 85kg en pecho plano y busco llegar a 90kg. Hay 2 posibles caminos a tomar. Pasar de 85 a 90 de una, o ir subiendo gradualmente. Primero a 87,5 kg y posteriormente a los 90. Si opto por la opción 1, lo que va a pasarme es que voy a ver muchos intentos fallidos de llegar al peso deseado por el cambio abrupto repentino. Seguramente ante repetidas fallas pida ayuda o me frustre. En cambio, si primero paso a 87,5 kg voy a poder acostumbrar al músculo a ese peso, y cuando éste se vuelva natural, ahí no voy a tener inconvenientes en llegar a los 90. Resumiendo: En vez de tratar de subir de a 3 escalones y correr el riesgo de caerme rodando por las escaleras, subo de a uno por vez. Es un crecimiento gradual y sostenido en el tiempo. Las metas siempre se piensan a largo plazo.

Cuarto paso: Desglosarlo en micrometas

La mayoría de las metas que realmente son significativas para cada uno de nosotros son a largo plazo. Y por largo plazo nos referimos a más de dos años. Habiéndonos visualizado cumpliendo esa meta y con el deadline bien definido, solo queda diseñar un plan de acción. Un plan de acción es una hoja de ruta hecha en retrospectiva en donde uno define las micrometas que deben ser cumplidas para que en su conjunto logren ese objetivo final. Por ejemplo: Mi objetivo en 2014 –el año en que inicié mi licenciatura- fue recibirme en tiempo y forma. Es decir, en diciembre de 2017. Tenía un total de 40 materias a rendir en un plazo de 4 años. Hice este ejercicio y las desglosé en 10 materias anuales. Al ser dos cuatrimestres por año, debía meter 5 materias por cuatrimestre para poder cumplir la meta de recibirme en tiempo y forma. Y así fue. A los 22 años ya tenía en mis manos el título de Licenciado en Comunicación Social gracias al plan de acción que efectivamente diseñé. Por favor, nunca subestimen la importancia de los planes de acción. En palabras de Warren Buffet: “Un idiota con un plan le puede ganar a un genio sin uno.”