Cuando le preguntas a una persona cuál es el sueño de su vida, es muy común escuchar que la respuesta sea ser millonario/a. Curiosamente, el término “riqueza” está muy vinculado a lo material. Y si bien esto es en parte cierto, solamente hace referencia a uno solo de los cuatro elementos este termino constituye. Veamos cuáles son los otros 3 y cómo podemos hacer para encontrarlos.
Primer elemento: La riqueza material
Creo que vale la pena empezar por el elemento más común: el dinero. Ser rico, en términos financieros, no significa más que tener una cantidad determinada de dinero que te permita no tener que seguir trabajando por necesidad. La mejor forma de hacer dinero es solucionando problemas. De hecho, la mayoría de los emprendedores de la “nueva generación”, que son quienes nacieron a partir de la década del 80, tienen como premisa que la mejor forma de lograr tus objetivos es ayudando a otros a cumplir los suyos.
Simplificando esto: para hacer plata, tenés que encontrar la forma de solucionar un problema que involucre a una gran cantidad de personas, o solucionar un problema que sea tan importante que la gente pague cantidades enormes de dinero. Un ejemplo del primero sería Amazon. Jeff Bezos se convirtió en billonario solucionándole un problema a millones y millones de personas. Gracias a su plataforma de comercio electrónico, George –porque Amazon es de EEUU- puede comprar lo que necesite sin moverse de su casa. Solo necesita un celular y conexión a Internet. Ser rico en términos financieros ahora resulta más sencillo… ¿No?
Segundo elemento: La riqueza física
Muchos deben conocer la frase “cuerpo sano, mente sana”. Bueno, permítanme decirles que engloba una gran verdad. El segundo elemento de la riqueza es mantener un estilo de vida saludable. Esto quiere decir hacer ejercicio y comer bien.
En lo personal, soy un gran promotor de la actividad física en general, pero particularmente el gimnasio. Comprometerse con el gimnasio implica desarrollar la autodisciplina, la automotivación y la autosuperación. Las primeras dos son necesarias para poder ir a pesar de las vicisitudes que cada día en particular pueda presentar. La última, en cambio, es una consecuencia claramente positiva de haber hecho bien las cosas.
Dejando de lado los beneficios estéticos de hacer ejercicio y comer de forma saludable, es súper benévola para el cerebro. Químicamente, liberamos dopamina después de una sesión de entrenamiento. La dopamina es una hormona que nos produce satisfacción, bienestar. También, eliminamos el estrés y de esa forma dejamos de producir Cortisol, una hormona negativa. Nos produce malhumor, baja las defensas, etcétera. Realmente podría hacer un artículo entero acerca de los beneficios de la actividad física, pero no quiero irme por las ramas. El segundo elemento de la riqueza es la física. Cuerpo sano, mente sana.
«Las riquezas ordinarias pueden ser robadas, pero las reales no. En tu alma hay cosas infinitamente preciadas que no se te pueden quitar.» – Oscar Wilde
Tercer elemento: La riqueza emocional
La riqueza emocional es una de las más lindas e importantes de todas. Consiste en amar. Y con amar no me refiero necesariamente a tu pareja. Con esto hablamos de amigos, de familia, de amar la vida. Mucha gente define el “amor” como el sentimiento supremo. Y estoy bastante de acuerdo con ello. Amar no se trata solo de afinidad, o de química entre dos personas. El amor es sentir respeto, conexión, libertad al estar junto con otra persona.
Afortunadamente, no hay límite de capacidad en el amor. Podemos amar a una cantidad infinita de personas. Pero es muy importante, también, ser selectivos en esto. Siempre hay que priorizar calidad por sobre cantidad. Tener un grupo chico de amigos realmente de confianza, pero que ese vínculo con ellos sea inmenso. Tener una pareja e hijos, también. La riqueza emocional es un pilar fundamental en la vida de cualquier persona. Recuerden, somos seres sociales, culturales. El hecho de no amar a nadie y sentirnos amados puede causar incluso la muerte.
Cuarto elemento: La riqueza espiritual
El cuarto y último elemento de la riqueza es la espiritual. Tener riqueza espiritual, básicamente, significa levantarte cada uno de tus días con un propósito claro, siendo feliz. Este elemento tiene una particularidad: necesita de los otros 3 para poder estar en plenitud. Sin embargo, eso no lo vuelve el más importante. Pero sí el más fuerte de todos.
Riqueza espiritual significa levantarte por la mañana con un propósito. Y ese propósito no es egoísta. Tenzim Kacho, una monja budista que practica bajo la ordenanza de Su Santidad, el Dalai Lama, explica que para tener riqueza espiritual debemos llegar al Nirvana, a la Iluminación. Básicamente, significa despojarnos de todas las virtudes negativas del mundo. Entre ellas, se encuentran: la ira, la envidia, los malos pensamientos. La búsqueda de la riqueza espiritual es un camino sin fin. Consiste en hacer todos los días una visión introspectiva de tu vida para ver qué te gusta, y qué podrías mejorar. Se consigue con meditación, con lectura, pero sobre todo: con el hecho de dar sin recibir. De amar a todos los seres humanos como si fueran tus padres. Ayudar al prójimo a encontrar su camino hacia la felicidad.