
Si trabajás en relación de dependencia, seguramente no te cueste definir tus prioridades porque éstas, básicamente, las decide tu jefe. Pero si decidiste aventurarte en el difícil pero apasionante camino del emprendedurismo, seguramente en más de una oportunidad te hayas preguntado: ¿Qué necesidad atiendo primero? Si todos los clientes necesitan algo, ¿a quién le doy la prioridad? Definir tus prioridades es más fácil de lo que pensás, y aca te lo explico en 3 simples pasos 😉
Primer paso: Analizar qué beneficio me brinda
lo que está en disputa
Generalmente, cuando tenés una duda acerca de qué necesidad atacar primero, a.k.a, a cuál asignarle mayor prioridad, lo mejor que podés hacer para dejar de perder el tiempo en esa nebulosa es analizar qué beneficios te trae cada una de las acciones. Por ejemplo: 2 clientes igualmente importantes te piden que hagas una acción específica. Obviamente, no vas a poder atender ambas en paralelo porque, si algo me enseñó la experiencia, es que el multitasking te permite hacer varias cosas a la vez, pero ninguna excelente. Y siempre tenés que tener en mente la calidad del producto o servicio que estás ofreciendo.
Entonces, vas a verte en la encrucijada de atender la necesidad de uno o el otro. Y ahí es cuándo tenés que pensar: ¿Qué beneficio me trae atender primero al cliente A, y qué beneficio me trae atender primero al cliente B? Con esa información sobre la mesa, hacés la evaluación correspondiente y vas a poder tomar la decisión final con mucha más claridad.
Segundo paso: Para definir tus prioridades,
tenés que tener en cuenta el costo de oportunidad
Este segundo paso para definir tus prioridades está muy asociado al primero, pero es el razonamiento opuesto. En este caso, habría que analizar cuál es el costo de oportunidad, es decir, de qué me estoy perdiendo o qué estoy relegando por atender una necesidad. Por ejemplo, si ambos clientes te piden que modifiques una campaña porque quieren cambiar de target, y un cliente te hace facturar más que el otro, el hecho de atender la necesidad del cliente con menor facturación haría que ambos pierdan plata. Y lo que mantiene a flote un negocio es la facturación. No hay mucha vuelta.
Básicamente, tomando ambos pasos y haciendo una conclusión, para definir tus prioridades deberías hacer el juego típico de “pros y contras” de tomar una decisión u otra. Un consejo es que lo dejes por escrito y puedas verlo. Podés analizar los escenarios con mayor claridad.
Tercer paso: Para definir tus prioridades,
tené en cuenta el tiempo que te lleva cada acción
El último consejo que te puedo dar para tomar la decisión final es que tomes en cuenta cuánto te toma realizar una acción o la otra. Si estás en una dicotomía entre dos requerimientos de dos clientes importantes, más allá del razonamiento de beneficio y costo de oportunidad, un factor no menos importante es el tiempo que te demora efectuar su pedido. El parámetro que deberías tomar es: Si realizar una acción te toma menos de 10 minutos, ni lo dudes: sacatela de encima. No solo es bueno porque vas a tener una cosa menos que realizar, sino que tu cerebro te lo va a agradecer. Cuando cumplimos tareas liberamos endorfinas que, aparte de darnos sensación de bienestar, nos permite realizar las demás tareas con mayor claridad mental.